De acuerdo a declaraciones dadas por el secretario de Estado de Alemania Stephan Mayer, en una entrevista publicada recientemente en el diario local “Diario Alemán del Sur” (Sueddeutsche Zeitung), el Gobierno de la Canciller Ángela Merkel, tiene planificado abrir el próximo otoño el primer centro federal del país para la repatriación de inmigrantes.
La reacción de estas declaraciones las daremos a conocer a continuación.
En la entrevista realizada con este medio, Mayer apuntó que el plan de creación de ese centro es una prioridad para el nuevo gobierno de la Cancillería Alemana, integrado por el grupo de Gobierno que forman la Unión Socio Cristiana (CSU), del cual el funcionario germano forma parte, la rama bávara de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de la Canciller Ángela Merkel y por el Partido Social Demócrata (SPD), que finalmente accedió a reeditar la gran coalición.
Para finalizar la entrevista, el secretario de Estado Mayer, declaró que confía en que esta iniciativa esté plenamente definida para después de Semana Santa, al tiempo que informaba que estaba previsto por el Gobierno alemán construir un total de tres a cinco centros de repatriación de inmigrantes.
Con respecto a los posibles sitios donde estarían situados estos centros de repatriación de Inmigrantes, el secretario de alemán Estado Stephan Mayer ha señalado, que podrían usarse como probables ubicaciones los centros de tránsito en Manching y Bamberg, ambos ya existentes en Baviera, aunque también ha indicado el albergue para inmigrantes de Giessen, situado en el estado alemán de Hessen.
De la misma manera indicó que hay 3.000 lugares disponibles en las antiguas ubicaciones militares de Estados Unidos.
El ministro de Interior, Horst Seehofer, abiertamente declarado crítico de la política de puertas abiertas dictada por la Canciller Ángela Merkel durante la crisis de refugiados ocurrida a mediados del año 2015, durante el llamado “verano de los refugiados” también considerada la mayor crisis de refugiados desde la II Guerra Mundial, ha prometido combatir la inmigración ilegal advirtiendo de que eso podría multiplicar las repatriaciones.
Horst Seehofer también ha prometido una ley de “tolerancia cero” y orden y deportaciones más rápidas de los solicitantes de asilo que han fracasado, también ha prometido clasificar a más países como Estados de origen “seguros”.
La creación de estos centros de repatriación para los recién llegados con escasas probabilidades de obtener el estatus de refugiado, son unas instalaciones pensadas para acelerar el proceso y, sobre todo, para expulsar rápidamente a los que lleguen de países considerados como seguros, como lo son por ejemplo los casos de Marruecos y de Afganistán, ya éstos que son considerados lo suficientemente seguros como para no conceder el asilo solicitado por sus inmigrantes.
De esa manera, el gobierno de la Canciller Ángela Merkel endurece así sus normas de acogida, pese a haber rebajado las exigencias de la coalición, la Unión Socio Cristiana (CSU) bávara.
El Gobierno alemán tiene previsto crear un total de entre tres a cinco centros de repatriación de inmigrantes, distribuidos a lo largo de la geografía alemana, los cuales deberán centralizar para así mejorar el proceso de registro de llegadas que ahora funciona de forma caótica.
El Gobierno de la Canciller Merkel, pretende que la autorización o negación del asilo político se haga en una semana, con dos semanas adicionales de plazo para realizar la respectiva reclamación.
Los inmigrantes registrados en estos centros de repatriación no podrán abandonar el distrito en el que se encuentren, a riesgo de perder los beneficios obtenidos.
Otro de los asuntos que han pasado a formar parte del debate político en el país son las deportaciones, que el año pasado sumaron 26.000, algo menos que el año anterior.
Deportar a los inmigrantes cuya solicitud de asilo haya sido denegada en Alemania a sus países de origen, con la mayor rapidez posible, es uno de los objetivos del actual Gobierno.
Mientras que organizaciones de defensa de los Derechos Humanos han criticado la intención del nuevo Ejecutivo de abrir estos centros federales de repatriación siguiendo el modelo de Baviera porque, según denuncian, la mayoría de esos centros se encuentran en condiciones precarias para el alojamiento de los inmigrantes.
Alemania es uno de los países de europeo que acoge la mayor cantidad de refugiados; no obstante, existe internamente entre algunos sectores políticos conservadores, un rechazo tácito a los inmigrantes.
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