Quedlinburg, Alemania, otra gema encontrada, entre tantos destinos gigantescos que seguro merecen la pena visitar nos mantenemos enfocados en nuestro camino variando plenamente en búsqueda de lo diferente, eso que nos recuerda que la vida no solo es dejarse ir por la corriente e ir a los destinos y lugares que todo el mundo ha visitado, Alemania tiene mucho que ofrecer en esos aspectos, pero sin lugar a dudas esta gema si que nos sorprendió a todos, presentamos a la memorable ciudad de Quedlinburg.
La historia de Quedlinburg data sus orígenes hace muchos años atrás en el período del Neolítico, las tierras fértiles de la zona en aquel entonces atrajeron a muchos pobladores durante esa fase histórica. Incontables fueron los hallazgos arqueológicos los que atestiguan una vida muy dinámica en zona en aquellos tiempos y que luego fueron encontrados, conservados y estudiados para mayor información sobre aquella era.
Pero no fue sino hasta la era medieval que la ciudad de Quedlinburg realmente llegó a alcanzar un estatus de importancia y relevancia. Aproximadamente en el siglo X, la ciudad se convirtió en hogar real, en las que reyes de muchas dinastías venían y se albergaban para disfrutar de fechas y fiestas importantes. Y pese a que ha sobrevivido y presenciado muchas eras de prosperidad con sus conflictos de época, se ha mantenido su única apariencia en arquitectura e historia pura de antaño sin embargo, después de invertir inmensos recursos tras la re-unificación alemana, el estado y gobierno han podido restaurar la ciudad y devolverle mucho su antigua fuerza, haciendo de ella en la actualidad una de las ciudades más bellas del país. En el año 1994, Quedlinburg fue nombrada oficialmente Patrimonio Universal de la Humanidad por la UNESCO.
Un simple paseo por el popular casco histórico de Quedlinburg es de por sí ya algo muy hermoso y memorable, bien puede ser por sus calles empedradas o por sus calles con carácter y siempre apegado estilo medieval. Hay puntos de la ciudad que en su recorrido no deberías perderte, como por ejemplo la famosa ‘Torre del Horror’ o ‘Schreckens-Turm’,
esta torre se encuentra bien conservada y tiene mas de 40 metros hacía parte de la muralla vieja de la ciudad de Quedlinburg, en su parte occidental. De manera muy peculiar y curiosa, hoy en día la torre alberga apartamentos vacacionales, que como era de esperarse son muy populares.
Por otro lado tenemos la plaza de granos, es una plaza amplia, ubicada en un sitio muy central de la ciudad. Se destaca principalmente por estar rodeada de edificios impresionantes, un contraste algo agradable siendo un espacio abierto pero aun rodeado de construcciones como por ejemplo el del Ayuntamiento de Quedlinburg ya previamente mencionado.
El simple hecho de pasear por sus calles viendo el conjunto y diseño único de sus casas entramadas y calles empedradas ya es todo un placer al alcance del espectador. Entre muchas de las razones de porque visitar estos lugares, nos da una pequeña idea de como era todo antes, como hacían las cosas y todo lo que quizás la guerra se pudo llevar para siempre.
Como manera de cierre es necesario recordarles y no olvidar sus impresionantes y misteriosas iglesias góticas como la de San Nicolás o San Benedicto. Es decir, que la ciudad de Quedlinburg es un magnífico destino para conocer la Alemania más desconocida y sirve como puente hacia un pasado muy distante y diferente al que pensamos.
Como podemos ver, estas gemas que se esconden no solo nos permiten ver y apreciar un lado mas elegante y artístico del pasado sino que refuerza el sentimiento que venimos compartiendo segmentos atrás, que en la simplicidad de lo pequeño e intimo esta el verdadero poder y significado que nos la pasamos buscando en nuestras vidas, muchos esperan ver el amanecer o atardecer en la torre mas alta de París, pero caminar por estas calles llenas de arte e historia, mas el paso del tiempo totalmente intacto es algo altamente recomendado y mucho mas memorable, como siempre, la búsqueda continua.