La inflación en Alemania

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Hoy día, cuando se habla de economía a todos se nos ponen los vellos de punta. No es secreto para nadie que la mayor parte de los países en los últimos años, han transitado diversos tipos de crisis financieras.

Por eso, hoy vengo a hablarles de un tema que abruma al colectivo con su existencia –generalmente-, pero que en algunos países es muchísimo más grave que en otros: La inflación en Alemania.

Primero definámosla como el aumento generalizado en el valor de los bienes y servicios que  se refleja en la disminución del poder adquisitivo de las personas.

La inflación puede generar efectos  tanto positivos (fomentar la inversión en proyectos de capital no monetario) como negativos (disminución del valor real de la moneda, desaliento del ahorro, escases de bienes, etc.)

Alemania, considerada el motor económico de Europa, es actualmente la cuarta economía más poderosa del mundo después de Estados Unidos, China y Japón. Desde el 2014 nos convertimos en el tercer mayor exportador del mundo.

Nuestras especialidades en exportación son los vehículos, maquinarias, productos químicos, electrónicos y farmacéuticos, equipos de transporte, metales básicos, productos alimenticios, caucho y plástico.

Alemania es también el principal productor de turbinas eólicas y tecnología de energía solar en el mundo, produciendo en base a las energías renovables más del 27% de la electricidad total consumida en el país.

Esto nos convierte en el primer país industrializado en comprometerse en la transición de energética renovable (Energiewende).

Además, la cultura de trabajo familiar, ha permitido que el 99% de las empresas industriales (Mitterstand), pequeñas o medianas sean de propiedad familiar.

Todo esto, gracias a que la política socio-económica en el país, se basa en el concepto de economía social de mercado -que no es más que la combinación de la libre iniciativa con el progreso social- y la disciplina del gentilicio.

Recordemos el 2008, desde la crisis financiera global producto del daño colateral causado por la burbuja inmobiliaria de los Estados Unidos en 2006, el sistema financiero internacional se vio afectado sufriendo una crisis de liquidez y llevando a cabo una crisis económica a escala internacional, afectando sobre todo a la segunda potencia del mundo la UE.

En 2012, los miembros de la Unión Europea firmaron el Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera, con el fin de prestar asistencia financiera a los demás países miembros para preservar la estabilidad económica de la UE.

Pero, desde entonces los mercados han visto sus altas y bajas, varios países se han presentado su ruptura con la UE y diversas situaciones políticas y sociales han intervenido de manera directa e indirecta a la economía mundial, y sobre todo Europea.

Lo que me hace ruido – por decirlo de algún modo- es que a pesar de toda crisis, el alemán siempre logra ir a la cabeza, y quiero hacer énfasis aquí: Alemania forma aun parte de la UE, pero representa el país potencia –económicamente hablando-.

Ya hemos hablado sobre su poder de importación (que representa el 41% de la producción nacional), pero además de eso, su sector de servicios constituye alrededor del 70% de su Precio interior bruto, la industria el 29,1% y la agricultura el 0,9%.

Pero no es solo su poder económico, es su baja tasa inflacionaria lo que hace que cada día seamos más extranjeros en Alemania –sobretodo latinos-.

Veamos algo, en el 2009 luego de declarada la crisis del año anterior, Alemania cerró el año con un 0,407%, y España, Países Bajos y Grecia (hermanos de la UE), se ubicaban unas décimas por encima. Y si nos movemos a los países latinos, encontramos a México con 6,044% de inflación – tome a México como ejemplo porque parece ser el menos extremo de Latinoamérica-.

En 2012, luego de la firma del tratado de la UE y curando secuelas de la crisis – por no decir que aún algunos países siguen en ella-. Vemos a Alemania con 2,159%, Países Bajos con unas décimas por encima, España y Grecia oscilando alrededor del 1% y México pisando el 4%.

Y en el año en curso Alemania, en su punto más alto desde el 2012, con 1,584%, se ha mantenido en equilibrio los últimos años, de hecho su punto más alto en la última década fue de 3,148%.

Países Bajos, supera este número con 1,685% y un pico de 3,243% desde el 2007; Grecia baja hasta un 1,435% con un pico de 4,553%; España arrancó el año con 3,035% casi llegando a su máximo (4,451%) y México con 5,353% y su máxima mejor nos la saltamos – y repito, es uno de los menos extremos-.

En fin, Alemania ha demostrado mayor estabilidad entre los miembros de la Unión Europea en los últimos años, logrando que en sus tierras no se sienta demasiado la crisis –o que su gente no la perciba de primera mano-.

Entre las afecciones por la crisis también se ha encontrado la alimentación, el mercado laboral y la educación, pero estar aquí es como vivir en el país de las fantasías, el Estado siempre ha mantenido en alto las emociones de su gentilicio, supongo que porque entiende que ellas son las que manejan el mercado como tal.

Recuerda que la crisis siempre va a estar, pero depende del individuo –en este caso del colectivo- como permite que le afecte.

En el caso de Alemania, parece más un amante de los retos, e impulsor o motivador a que las cosas se hagan bien hechas y que se sigan haciendo a pesar del terreno.

¡Espero hayas disfrutado de este articulo! Recuerda que te espero aquí, en la tierra donde el costo y calidad de vida tienen proporción 😉

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