La homeopatía, neuropatía, quiropraxia, curación energética, ozonopatía, radiestesia, acupuntura y hasta los tecitos “mágicos” de la abuela, son llamadas medicinas alternativas, por no estar basadas en un método científico o no tener pruebas registradas.
Básicamente, hablamos de medicina alternativa cuando el método utilizado no está científicamente comprobado, se sale de lo “usual” o difiere en algún sentido con la medicina moderna. Este tipo de tratamientos han sido utilizados desde siempre, y a pesar de no ser aceptada por la medicina clínica, cada día son más sus ramas de estudio y los movimientos que la promueven.
Es irse por algo diferente. Lo natural y energético es lo que hace tan popular esta rama – por no hablar de la ausencia del bisturí-.
Alemania como potencia económica de Europa, va casi a la par de Japón en cuanto a avance y tecnología. Sumando a esto su calidad de vida y programas educativos, se ha vuelto líder en investigaciones de todo tipo.
Como sabemos, en el país germano nacieron grandes compañías farmacéuticas como Bayer, siendo este sector el tercero en importancia en el territorio y representando la mayor industria de farmacéutica a nivel de Europa y el cuarto a nivel mundial.
Además de que sus avances en biotecnología y equipos médicos se encuentran a lo largo de todo tipo de consultorios por todo el globo, podría sorprenderte cuantos alemanes confían hoy día en las medicinas alternativas antes que en la medicina moderna.
De hecho, según un estudio realizado por el instituto Forsa, se demostró que el 45% de los padres alemanes tiende a recurrir en ocasiones a la medicina no convencional, mientras que el 20 % de la población, recurre a la homeopatía, fitoterapia o medicina tradicional china siempre que pueda y utilizándola como primer recurso.
En cuanto a las sopas “mágicas” de mamá, aparentemente sólo el 7 por ciento recurre directamente a un médico en lugar de aplicar algún tratamiento alternativo como este.
La homeopatía y la naturopatía, parecen ser las primeras opciones de muchos alemanes, de hecho es uno de los países en que puedes estudiarlas de manera profesional y ejercer su práctica.
Alemania fue uno de los primeros países de Europa en aprobar y regular la actividad de ambas como práctica profesional ya sea que tengas o no un título en medicina convencional -e inclusive consigues aseguradoras que cubran este tipo de consultas y tratamientos-.
Puedes convertirte en médico homeópata o naturópata (Heilpraktiker) en algunas de las escuelas que te titulan de manera profesional de manera presencial o vía online, si eres un médico y deseas expandir tus horizontes, existen cursos y postgrados especiales para ti; y si solo deseas recibir un tratamiento de este tipo puedes acudir a clínicas o consultorios privados especializados en ellos.
Al sol de hoy en Alemania, más de 6.000 médicos convencionales incluyen este tipo de terapias, así que es bastante común conseguir este tipo de tratamientos en todos lados.
El Reiki, es considerado en muchas partes del mundo como no convencional (sobre todo en América Latina), pero en Europa se le ha abierto la puerta a esta rama para hacerla pasar de alternativa a complementaria.
Al ser reconocido por la Organización Mundial de la Salud como tal, queda siendo pseudociencia solo para aquellas personas que no creen en ella o que su religión prohíbe su uso. Es por esto que en clínicas y hospitales de Alemania utilizan estas terapias para favorecer el bienestar de los pacientes impartiendo también este tipo de terapia en los servicios sociales.
También puede ser aprendida de manera amateur –solo para saber de qué se trata y matar la curiosidad en un cursillo- o profesional para aplicarla en pacientes reales en alguna de las Escuelas de reiki del país.
La medicina Germánica, dada a conocer por el Dr. Hamer sí que sigue siendo llamada “no convencional”, a pesar de no ser avalada por una institución o legalizada según los médicos modernos, muchos de ellos la utilizan por debajo de la mesa.
Su basamento no es más que tratar el psiquis, porque su teoría dicta que la aflicción física (enfermedad) es causada por algún choque emocional, lo que apoyando también la medicina biológica desequilibra de algún modo la relación entre el cuerpo y la mente causando la afección.
Al no ser reconocida legalmente, la manera de formarse con ella es únicamente vía online.
Aquí son muchos los tratamientos alternativos que puedes conseguir. Recuerda que vienes a uno de los países más verdes de Europa y que todos los organismos son únicos -diferentes- y por ende, el cómo reaccione tu cuerpo a cada uno es algo totalmente relativo.
Lo importante es que te sientas cómodo y confiado con la rama que escojas y no optes tanto por recomendaciones sino por lo que dicte tu instinto. Para algunas personas estas medicinas no hacen ni cosquillas mientras que a otras les ha curado el cáncer.
Mi recomendación es que saques lo mejor de cada una, sí una te sienta para el dolor de cabeza mientras otra te cura la gripe, entonces usa el tratamiento que a ti como individuo te sirva, no te aferres a una ciegamente – después de todo, para gustos se han hecho los colores-.
Y ante todo, busca sentirte bien –anímicamente digo-. Cualquier cosa que ayude a subirte el ánimo, de seguro hará que desde el tratamiento más simple al más complejo se haga llevadero.