Perros en Alemania, ¿educados por naturaleza?

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El perro es considerado el mejor amigo del hombre por muchos motivos. Puede ser leal, confiable, simpático, juguetón, dormilón y hasta guardián, y siempre logrará sacarte más de una sonrisa.

En la mayor parte del mundo son solo una mascota – visto así por quienes nunca han tenido un perro-; pero para sus dueños son parte de su familia, compañeros y hasta imagen de hijo.

Si en algún momento te has sentido irritado por ver un letrero en alguna playa o centro comercial que dice: prohibidos los perros, o en alguna ocasión has abogado por él para que permitan su estancia en algún lugar, amarás el artículo de hoy.

Alemania es considerado uno de los mejores países para vivir por sus oportunidades de estudio y laborales, su baja tasa de inseguridad, sus aportes sociales, economía, entre otras.

Y para una persona que esté considerando iniciar una familia es genial y muy fácil decidir. Pero, si vives en cualquier otro país del mundo, tienes familia y has pensado en emigrar, representa tremenda decisión -sobre todo si tu hijo tiene cuatro patas y no puede darte su opinión o ayudarte a investigar-.

Pero Alemania siempre ha sido pionero de un sistema cultural diferente. Y esa diferencia radica principalmente en su amor y respeto por la naturaleza.

Tanto las campañas de reciclaje, los sistemas Pfand, la cultura de camping y el trato a los animales son constancia de ello.

De hecho, desde el 2009 se establecieron clínicas veterinarias de bajo costo en Berlín (y posteriormente Hamburgo) para sacar de apuros a familias con animalitos y ayudar a que los mismos se encuentren sanos, cómodos y felices sin importar la situación económica de su familia (:

Todo este trato hacia ellos, no viene solo de que sean adorables.

El alemán tiene en la sangre la habilidad de ser súper responsable. De hecho, si entre tus ideales está adoptar un perro luego de establecerte aquí, toma en cuenta la educación que eso conlleva.

¡SI! educación. Tener un animalito en casa es más que limpiar lo que ensucian, y aquí las autoridades lo saben. Pero dado que se le reconoce como un ser vivo y digno, existe algo así como una escuela de padres para que estés a la altura del animalito que deseas adoptar.

La idea es que el futuro dueño sepa de antemano como funciona su futuro perrito, conozca sus cuidados y necesidades y sepa interpretar su psiquis –no creerás que las “perretas” llevan ese nombre por gusto-.

Y al tener dueños sensibilizados y preparados, se previenen casos de abandono por adoptantes no preparados o perros mal educados.

También somos conscientes del vínculo entre un animal y su humano. Debido a esta educación es perfectamente normal ver perritos – con sus dueños claro- en transporte público, centros comerciales, comercios, bancos y algunos bares y restaurantes que tienen áreas acondicionadas especialmente para ellos.

Para hacer todo esto posible, se han creado una serie de normativas para que todos los perritos que vivan en territorio alemán, se encuentren entre los parámetros de bien estar que ha propuesto el gobierno, que todo dueño debe tomar en cuenta para el cuidado completo de su peludo y que le permitirán al canino formar parte de la sociedad sin exclusión.

Antes de venir:

Debe portar un microchip o tatuaje identificativo.

Poseer el Pasaporte Europeo de Animales de Compañía, firmado y sellado por un veterinario colegiado.

Tener todas sus vacunas vigentes al momento de entrar al aeropuerto de venida.

Al llegar:

Los perros son un habitante más de esta tierra, por ello, deben ser censados en el ayuntamiento (indiferentemente su raza) y por cada uno debe pagarse un impuesto (Hundesteuer) único al realizar este papeleo.

A menos que te encuentres en un área habilitado para ello (zona canina), tiene que ir atado a su paseador.

Ten a la mano bolsitas para su excremento –está siempre pendiente de los regalitos-.

Entrénalo y edúcalo. Aquí los perros parecen hijitos de sus dueños, que salgas con el tuyo y le ladre hasta al aire te hará quedar mal.

En zonas caninas puedes dejarlo ser, soltarle su paseador y que corra y disfrute –pero no le quites los ojos de encima.

Sencillo, ¿verdad?

En realidad, son pocas –por no decir perfectamente lógicas- las restricciones que cumplen aquí las mascotas.

Alemania se dio el trabajo de crear normativas “Pet-Friendly” y mantener su estatus en alto.

Las autoridades lograron crear normativas flexibles para ellos, permitiendo que los no mascoteros se sientan cómodos por igual.

En conclusión, lo que necesitas para tener a un hijo canino aquí o traerte el que ya tienes, es ser un dueño responsable, mantener al perrito sano, educarlo con amor y disciplina, y llevar bolsitas para popis – y snaks- encima.

Si al momento de viajar lo que te inquieta es el trayecto, charlarlo con tu veterinario de confianza te mantendrá más tranquilo, incluso hay agencias y cuidadores profesionales que se dedican a acompañarlos si no te sientes apto para ello.

Espero que el artículo te haya sacado de dudas, después de todo, el País de ensueños de tu perrito espera por él. Aquí, será realmente tratado como un integrante más de la familia.

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